domingo, 16 de septiembre de 2007

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Vida nocturna de Estambul


Estudiando en Londres, me hice muy amiga de Pelín una mujer turca de unos 25 años de edad. Con ella comenzamos a tener infinidad de conversaciones acerca de mi país y el suyo.

A decir verdad, me interesó más su cultura; pues ella venía de una ciudad de Turquía llamada Izmir, la cual queda en la costa, es conocida como la perla de Aegean, y es una de la ciudades más modernas de Turquía. Mi amiga inspiró en mí un deseo profundo de conocer semejante país, por lo cual junto a partimos rumbo a Estambul, en unas vacaciones de junio.

Llegamos allá y con lo primero que me encontré fue con un aeropuerto típico internacional bastante innovador, grande; con una ciudad moderna propia de Europa. Carros como los que vemos en mi país Colombia; gente del común con un cierto toque especial, pues algunas pocas mujeres cubrían su cabeza como símbolo de respeto a su cultura, otras eran del común.

Comencé mi recorrido turístico con Pelín, y no puedo negar que lo que encontré fue un mundo realmente fascinante en donde podía estar en Europa o en Asia en cuestión de segundos; pero lo que realmente me cautivó, fue el estilo de vida que se vive allá. Es común que las personas después de trabajar, vayan a los cay bahcesi o terrazas que quedan a las orillas del mar a tomar té (bebida común) o alguna cerveza.

Al contrario de cómo muchos piensan, las bebidas alcohólicas si están permitidas en estas ciudades y en el país. La vida nocturna que se vive allá es bastante prendida por la demanda de extranjeros. Los barrios más frecuentados por la gran cantidad de bares y discotecas son Taksim, Beyoglu, Etiler, Ortakoy. Estando allá tuve el placer de estar en Reina, una de las discotecas a la que acuden personajes de la farándula internacional, y queda en las orillas del estrecho del Bósforo.

Estambul es llamada la puerta de oriente, la ciudad de las mil mezquitas, es un cruce de caminos entre dos continentes. Mi experiencia fue encantadora, creo que es una ciudad llena de albor, gozo y mar… mucho mar. Este fue le inicio de una camino que tengo que recorrer por tan estupendo país.



Estambul: una experincia fascinante















La primera vez que fui a Estambul, tenía un cierto miedo de ir a un país el cual me habían dicho era un poco distinto a los que había vivido anteriormente, pero la imagen cambio en una 100% cuando llegué a una ciudad de tales magnitudes, la más grande de Turquía y una de las más grandes de Europa. Su cultura si es distinta a la de nosotros los latinos en cierto aspecto, pero no hay que negar que el cariño de la gente y el calor humano que se siente, es propio de ellos y de nosotros; somos un tanto parecidos y por eso creo que compaginamos con tal facilidad.

Algo que me cautivo muchísimo, era saber que Turquía se encuentra al mismo tiempo en tres continentes (Europa, Asia y África); y a su ves, Estambul en dos; para ser más exacta, podría decir que fue realmente fascinante saber que podía estar en Europa o en Asia con tan solo atravesar el estrecho del Bósforo en carro, metro o barco.

La Basílica de Santa Sofía o como ellos la llaman Hagia Sophia es uno de eso sitios que hay que visitar. Yo me acordaba que en colegio algo había visto sobre esta iglesia, pero sólo hasta que estuve dentro de ella, entendí la importancia que tenía para nosotros los católicos; pues anteriormente, elegían a los papas ahí. Esta Iglesia es una de las más esplendidas del imperio Bizantino, presenta un increíble banquete visual con su arquitectura y ornamentación.

No se puede dejar de lado las mezquitas de Estambul, pues son infinitas las que se encuentran a lo largo y ancho de las calles. Con éstas se refleja su cultura y su religión musulmana. Dos de las que visité fueron la azul y Sϋleymaniye. La primera se caracteriza por ser una de las más grandes y con mayores lujos; la última se identifica por ser uno de los monumentos más importantes de Turquía en lo que arquitectura respecta.

El tiempo que tenía era corto y eran muchos los sitios que tenia que visitar, por lo que decidí conocer las dos torres que me cautivaron con su historia. La primera, fue la Torre de Galata. Ésta se encuentra en medio la ciudad y es bastante famosa por en ella voló el primer ser humano desde la punta de la torre con unas alas construidas por él mismo; al llegar al otro lado de la tierra, fue atrapado y asesinado por los secuaces del sultán Mehmet porque según él, había irrespetado su reinado. La torre mide 61 metros y la vista panorámica de la ciudad, junto con la comida que sirven en el restaurante y el show que presentan a sus visitantes son realmente seductores.

La segunda torre, es Kizkulezi o Torre de la Doncella; esta torre es famosa por que en ella actualmente se encuentra un restaurante y además por la historia que trae detrás. Esta fortificación fue construida por otro sultán tras un sueño que tuvo en el cual su hija era picada por una serpiente y moría. Al despertar decidió construir la torre en medio del mar para que su hija se fuera a vivir en ella y poder salvarla, con tan mala suerte que le enviaron un canasto de frutas y adentro de éste venía la serpiente que le dio fin a la historia en donde la doncella hija del sultán muere picada por una serpiente.

Estambul es una ciudad encantadora en donde su gente, su gastronomía, sus sitios turísticos lo enamoran cada segundo. Era corta la duración que tenía y muchas las ganas de quedarme. Es una ciudad mágica la cual hay que visitar, por eso cuento mi historia, porque estoy segura que al igual que Yo, muchos quedaron abrumados con esta ciudad capital de tres imperios y otros quieren conocerla. ¡No veo la hora de volver a esta ciudad de mundo y de historia!
Teşekkϋrler,
La eterna enamorada de Estambul
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